viernes, 13 de julio de 2007

Lady Melwen...


Melwen:

Hoy recordé algo… mis dedos te Aman… y pensé que debía recordártelo también.

Estoy convencido de que ellos te Aman casi tanto como yo. Viven para acariciarte, atraparte, darte placentero dolor y doloroso placer, hacerte el Amor con cada roce… Son mis manos las que te acurrucarán, las que con delicado toque rozarán tu cuerpo y con finura y destreza arrancarán de tu garganta un gemido. Con paciencia y dedicación mezclarán cada ingrediente para deleitar a tu paladar y con pasión incontenible tomarán tu cintura y te traerán de vuelta hacia mí…

¿Qué hace de mí lo que soy y lo que quiero ser? Sonrisas. No, no son mis manos, por más que protesten con ojos de fuego. Detrás de mis manos está mi mente, que con cada fino impulso hacen de ellas un instrumento, de placer, de pasión, de sanación, pero más importante aún, sanación de almas. Mi mente, lo he sabido desde hace mucho, no es la de un dentista, ni de un médico, ni de un abogado, ni de un arquitecto. Mi mente es más que un poeta y menos que un erudito, es un equilibrio perfecto… de un príncipe azul inexistente. Los príncipes azules no existen, no existe ni el hombre perfecto ni la mujer perfecta. Y sin embargo sigo tratando, pero esta vez, trato de ser perfecto en lo que soy, en esta mezcla sin nombre y sin destino.

Me siento perdido en este mundo, y ya lo sabes, sueño con sueños y suspiro por la belleza… de un suspiro. Odio la ignorancia y sin embargo no puedo comandar a mi mente a interesarse en una carrera lucrativa y perfectamente respetable, simplemente porque no… no me llena. ¿Qué es entonces mi mente, sino un instrumento de algo más?

¿Qué hace de mí lo que soy y lo que quiero ser? Más sonrisas. No, no es mi mente, por más que proteste con voz de hielo. Detrás de mi mente está mi alma, que se debate con locura contra un mundo sobrecargado de nimiedades y me lleva hacia ti. Me muestra el camino con la luz de la sabiduría y no el saber. Me enseña a cada momento que cada paso en falso que da mi mente, cada vacío, no es un error, sino una fiel muestra de quien soy en verdad. Cada vez que saco mi voz de la nada para defender a alguien, cada segundo que paso contemplando las estrellas y cada locura que me hace salir disparado en contra de la corriente por lo que considero lo correcto… no es un error. La gente me llama loco, tan solo por escuchar a mi alma y no a mi mente. ¿Quién, sino un loco, dejaría todo de lado, todo, tan solo para escuchar el sonido de las olas o comprender el por qué del llanto de un amigo? ¿Quién, sino un loco, dejaría su propia integridad a un lado para ayudar? ¿Quién, sino un loco, pensaría que la cordura es escuchar al alma, y no a la mente?

Pues entonces estoy loco en un mundo de cuerdos y eso no deja de fastidiarme. Me siento solo en un desierto de indolencia, tan solo porque nadie más se da vuelta a mirar más allá de uno mismo. Nadie se atreve a mirar más allá del alma y ya nadie escucha su corazón.

¿Qué hace de mí lo que soy y lo que quiero ser? Más sonrisas. No, no es mi alma, por más que suspire con la fuerza del viento. Detrás de mi alma está mi corazón, que late obstinado pese a que mi mente ha atentado contra él. Se debate entre sombras, sorteando los pozos obscuros que sufren en mi alma. Me muestra el camino verdadero que es el que seguirá todo mi ser. Todo tiene sentido si Amas. Y todo es perfecto… si te Aman. No importa lo que hagan tus manos, no importa lo que piense tu mente, no vale nada lo que sienta tu alma, si no sabes que lo que dicte tu corazón es la verdad que duerme en ti. Romántico, me dicen, y se ríen por lo bajo. Pues un romántico soy, porque creo firmemente que si escuchas lo que dice tu corazón sabrás que el mundo, después de todo, está hecho para ti.

Pero, ¿sabes qué? El corazón no es nada, nada… sin un sueño. Y ese sueño… ese sueño eres tú. Todo lo que mis manos ansiaron, todo lo que mi mente anhelaba, todo lo que mi alma necesitaba y todo lo que mi corazón buscaba. Tú. Tú me defines, tú me comprendes, tú me llenas, tú me consientes y… Melwen… tú me Amas.

Hoy escribo, entre sonrisas y anhelos, entre lágrimas y deseos. Hoy te escribo. Hoy he sacado otro vendaje de mi cuerpo. Hoy te muestro mi alma y corazón. Hoy te digo de nuevo… Te Amo. Te Amo porque mi cuerpo te adora, ¡porque mi mente está loca por Ti!, porque mi alma se rindió y mi corazón fue capturado, y hoy lo he vuelto a recordar… y no consigo sacar tu fantasma de mis manos, ni de mi Mente, ni de mi Alma, ni de mi Corazón.

Te escribo sin rumbo y sin timón, porque las verdades de mi ser, yacen más allá de mí mismo, pero te prometo, Niña… el viaje será espectacular. ...

... Ahora... te preguntarás el por qué no te escribo nada nuevo. Pura y simplemente, porque no te tengo. Si eliges salir de mi vida... solo vete, desaparece como fué tu premisa y promesa. Si ves en mí la luz que encontramos algún día, con los sueños olvidados y la ilusión hecha jirones, tú con tu sonrisa y yo con mis suspiros... vuelve. Te espero. Lo Sabes.
...
Vete o vuelve, pero ya no juegues conmigo. Tengo derecho a errar el camino si creo perseguir la felicidad, no me juzgues por eso. Te extraño. También lo sabes. Y si no crees en mis palabras… déjame verte y que mis ojos te digan la verdad.
...
Ya no me importa perder, pues esto no es un juego, y si he puesto mi corazón en la ruleta es porque aún creo.

Camael, Blogging Out.

2 comentarios:

  1. Deseo compartir esto contigo:

    ¿Cómo iba a saber
    que me iba a enamorar de tí?
    Si al mirarte aquella vez
    nada percibí.

    Cómo iba a suceder
    que me pasaría días pensando,
    noches soñando contigo.

    Quién lo iba a decir,
    si hasta parece comedia
    por que el amor era cosa extraña
    en este rincón de mi vida.

    Cómo iba yo a sentir
    tanta cosa extraña,
    si hablar contigo era un delirio,
    si encontrarte era imposible
    y escucharte alucinación.

    Cómo pudo suceder
    que me golpearas tan duro el corazón
    haciéndome el amor con tus ojos
    con tus manos y tu sonrisa.

    Oh!... Niño mío,
    quién lo iba a decir
    que contaría las horas y minutos
    para verte y escuchar tu voz.

    Cómo pude enamorarme de tí
    no encuentro la razón,
    no evito ya esa emoción
    que me embarga a tu lado,
    y entre besos te pretendo
    y en mis sueños, a diario te encuentro.

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  2. A veces uno se esconde entre excusas para no afrontar la verdad, verdad que aunque se sepa cierta duele, x eso la ocultamos bajo mil mentiras, mentiras que hacen que nuestra vida encaje dentro de lo que deseamos ser y no somos. Perder a lo q uno mas ama por miedo, temores q no nos dejan vivr en paz y disfrutar de lo que nos hace feliz. Uno nace para ser feliz pero cuando se tiene la felicidad la deja ir, he aprendido que nada es seguro solo los recuerdos vividos, momentos que nunca nadie borrara.
    No te kiero hacer daño, ya lo hice bastante, pero como eres unico en este mundo, ni con toda la irracionalidad con la que actue me has dejado, no sabes cuanto eres para mi y lo seras siempre.
    Te quiero.

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