De Entre Las Notas...

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Camael lleva ya practicando unas 2 horas, las primeras de unas 1500 o algo así. Llevar un registro sería inútil. Siempre un mejor lector que un practicante, decidió sacar la lectura del camino primero. En su trabajo (oops!) leyó lo suficiente acerca de tocar bajo como para darle jaqueca a un elefante... Y aquí está, probando sus primeros acordes y arpegios con las notas en inglés porque es medio idiota, ya que según su teoría al ser el inglés un idioma que aprendió, su centro de almacenaje está en el hemisferio izquierdo del cerebro, lo que le permite leer y entender teoría más rápido. ¿Ven? Idiota.

Termina la práctica de hoy y comienza a pensar en qué escribirá hoy. Se ha vuelto casi un problema el serle fiel a sus lectores (8, y a la mitad les PAGÓ para que leyeran), ya que... está Feliz.

Analizándolo objetivamente... los períodos más creativos de los artistas son generalmente producto de una depresión, desilusión amorosa o ser de llano esquizofrénico... aunque personalmente le gusta el método Hemingway... vete a Cuba y toma Daikiris por diez años y luego escribe algo acerca de un viejo pescador con mala suerte y gánate el Nobel de literatura por 96 páginas de monólogos (Es envidia pura, lo admito. Si no han leído El Viejo y el Mar, por favor, háganlo).

Vuelve a sonreír mientras, descalzo en el suelo, le arranca acordes lentos al bajo. - Podría escribir acerca del Amor - se dice, pero desecha la idea luego de recordarse por septuagésima vez que PLANEAR escribir acerca del Amor es como planear el Amor mismo... se convierte en plan, táctica y estategia... Deja caer la cabeza y maldice a Bendetti unos instantes.

Suspirando se levanta, desconecta el bajo y se dispone a dormir. Desnudo ya entra en la cama y le pregunta al techo por qué su musa tenía que estar tan lejos. Como no era de extañarse, el techo le responde con silencio... y con un suspiro. Camael sonríe.

Escapista

Hoy me alcanzó un suspiro,
despuntando ya la aurora.
Lo estuve buscando ansioso
entre cada nota que tocaba.

No lo encontraba y no sabía
dónde se había metido.
¿Donde estaría ese rebelde,
donde podía haberse escondido?

¿Cabalgando en melodías
fué a quedarse en mis recuerdos,
o más veloz que yo partió a buscarte...
yendo a morir feliz estrellándose en tu piel?

Solo era un suspiro, el reflejo de uno tuyo,
que voló al techo sonriendo a esperarme.
Quería recordarme algo y bajó despacio a susurrarme:
Que Tu estarías siempre conmigo... apenas cierre los ojos.

Aparece por fin el sol, que lo encuentra durmiendo. Sostiene un método de bajo, regalo de su sobrino. Escucha música en el alma y sin saberlo sus dedos bailan con la melodía... alegres del día en que toquen Contigo, a Ti, o a Tu Alma.


Camael, Blogging Out.