miércoles, 20 de junio de 2007

Historia de Camael


Esta noche tendremos algo muy especial, por lo menos para mí. Pero creo que les va a interesar desde el punto de vista que hasta el momento han disfrutado de los escritos de un tipo que toma el nombre Camael como suyo. Había poca gente que leyera este blog en sus inicios, y sin embargo fue una chica de Francia (Saludos Jeanne!) quien respondió a mi desafío… ¡y en inglés! al tropezarse con mi blog por un azar del destino.

Pues vale. ¿Quién es Camael? Ahora… Jeanne en su momento me preguntó cual era MI historia al respecto. Mi historia comienza con un sueño, en la madrugada del 28 de Febrero del 2000, noche hasta la cual fui un ateo, pero es difícil ignorar a los mensajes de Dios. Soñé con ser un arcángel, llamado Camael. Tanto fue mi asombro al soñar aquello, que por primera vez en mi vida investigué la Biblia. Fue en una anglicana donde tropecé con la historia de Camael. El arcángel, el guardián. El texto original ojalá se vuelva una película algún día. Lo tendré que reescribir, pues fue uno de los perdidos con el suicidio del disco duro de mi PC. Aquí publico una reseña, para que me entiendan un poco. No hay título esta noche… tan solo un ruego por su paciencia. Por favor… lean. Aprendan. Sueñen…



Camael, el comandante de los ejércitos de las puertas del cielo, fue uno de los dos, junto con Gabriel, que desterraron a Lucifer al infierno. Éste los maldijo y juró encontrarlos y hacerlos sufrir lo mismo a lo que lo condenaban.



Camael luchaba por la salvación de las almas humanas hasta que, sumido en dudas, pidió permiso a Dios para bajar a la Tierra y conocer a aquellos por quienes luchaban. Su deseo fue concedido… Camael cayó a la Tierra.

Allí, conoció el odio… la envidia, el mero deseo, el dolor… y conoció el Amor.

Sí, Camael se enamoró de una humana. Pero Lucifer lo encontró. Lo hizo creer que siempre fue un humano. Y frente a sus ojos, Lucifer violó y asesinó a quien Camael amaba… En un chispazo de odio, Camael pidió ayuda a Dios y sus alas volvieron a nacer.

Se enfrentó a Lucifer y consiguió derrotarlo, consiguió vencer a esa encarnación de Lucifer, pero a costa de recurrir al odio. Camael volvió al lugar donde yacía su amada y se arrancó las alas. No hay palabras para describir ese dolor. Cubrió el cuerpo de ella con sus alas y estas, al caer la última pluma… revivieron a quien amaban. Viendo su rostro hermoso dormir entre sus plumas, el mortal Camael murió desangrado… y desapareció, volviendo al cielo… a esperarla.

Pero 500 años pasaron. Ella jamás llegó al cielo. Ardiendo en dolor, Camael decidió bajar… Dios le aconsejó no hacerlo, cual padre que cuida a su hijo… pero su determinación era tal que bajó por su cuenta, arrancándose las alas en el cielo.

Al bajar, Camael supo que Ella, su Amor, había muerto hace ya… 450 años. Lo que podía significar solo una cosa. La batalla por el alma de su amada… Camael la había perdido.

Fue tanto su dolor, su odio, su rencor, que Camael se quedó en la tierra, desobedeciendo a Dios, exterminando demonios, cada golpe un lamento, una disculpa, una plegaria, rogándole al mismo Lucifer que lo venciera para llegar al infierno y estar más cerca de ella.

Y sigue aquí, entre nosotros… reencarnación tras reencarnación. Luchando a favor de los amantes, de los justos, de los indefensos… luchando para lograr que Lucifer le devuelva el alma de quien llegó a Amar.


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Amor del Bueno. De esos Amores que desgarran el Alma… pero que vale la pena lucharlos. Ahora saben qué me inspira. Luchar por quienes no luchan, llorar por quienes no lloran, y decir lo que siento… por todos aquellos que se han quedado sin palabras… pero que sueñan y sufren.

Les digo y enseño, tan solo una cosa más. En mi sueño, escuché el idioma angelical. Sonará a tontería, pero les enseño lo poco de lo que me acuerdo:

Hà nî héganhe, hà nî hégathur… Protégela… Protégelos.



Camael, Blogging Out.

1 comentario:

  1. sabes.... me gusta como escribes...

    gracias a una amiga comence a leerte..

    tu inspiración es grandiosa... es toda una lucha que nunca acabara... tenlo por seguro


    una meta bellisima... pero hay que dejar de soñar, a veces, porque las metas -algunas- nos obligan demasiado a soñar y nos olvidamos de las metas reales...

    quizás no sea tu caso... ojalá... porque despues de much tiempo, yo tambien me considero una soñadora, un quijote mas en este mundo, que desea demasiadas cosas, pero inalcanzables por nuestra misma naturaleza de soñadores...


    que estes bien, y estaré leyendote...

    Xau!

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