…Algo de música suave se cuelga de un trozo de mi memoria…
De ojos brillantes, mi Niño Interno decidió hacerme la noche imposible y se encaminó hacia la Galería de Imágenes Mentales, donde yacen miles de suspiros, guardando cada uno en sus orbes de cristal, el perfecto momento en donde nacieron… perfectamente categorizados en pasión e intensidad. Comienzo a recordar…
Desde la seguridad de su búnker tras la roca mental que domina el Valle de los Sueños, La Meseta de las Preguntas Sin Respuesta, El Raciocinio le imploró a los Dioses que detuvieran a ese infecto pequeñajo, como lo llamaba (de cariño, esperemos…). Pero su danzar por los prados los complacía por su inocencia y candor, y lo dejaron seguir su rumbo, deteniéndose a cada momento para contemplar los escuadrones de ángeles que cruzaban en las alturas, protegiendo las fronteras del Reino de Mi Mente.
Desesperado, El Raciocinio recurrió a su arma más poderosa. En el frío suelo dibujó un sello de aspecto ominoso, magia oculta desde hace eones, y entonando un conjuro invocó un solo, fuerte y oscuro recuerdo: Ella No Es Mía…
-----o-----
… Despierto. Frente a mí una barra vertical parpadea, esperando las palabras a las que se había vuelto a acostumbrar. Amor, sueños, pasión… piel y lágrimas…
No, no esta noche…
Hablemos del despertar. Todos los soñadores tememos ese momento. Y no me refiero, lo saben, al volver a la conciencia, abrir los ojos y recibir un nuevo día (o tarde, según sea el caso), sino al horrendo momento en que soñar no basta y debemos vadear la realidad para seguir avanzando. ¿Por qué nos cuesta tanto? ¿Por qué DUELE tanto?...
Incluso en estos momentos, quiero que lo sepan, me cuesta hablarles de esto… porque duele, porque ni siquiera sé como decir lo que he aprendido. Porque he decidido ignorar para no dejar de respirar. Porque el mundo que soñamos perfecto, no está compuesto de Amor. Su materia prima es eso mismo. Materia. Dura. Fría. Exenta de Ilusión.
Despertar duele tanto porque al final de cuentas los soñadores somos los egoístas más grandes del universo. Ante las pruebas, esperanza; ante la realidad, ilusión; ante la pérdida, lágrimas derramadas solo en nombre de nuestro dolor. Elegimos ignorar a cuanto nos dañe y refugiarnos entre los pliegues de nuestras almas, que sabemos más cálida que cualquier otra. ¿Por qué? Porque nosotros cruzamos el límite de los sueños hace mucho. ¿De qué vale ser un soñador, después de todo, sino cuando llevas ese título, desafiante, como estandarte de guerra al enfrentarse a la realidad?
- ¡Si, soy un Soñador! Creo en el Diablo, Dios y la Muerte, en el Amor infinito, los atardeceres de azafrán y rosas. Creo en el Sol, la Luna, las estrellas con cada uno de sus mensajes… sé de la esencia, del deseo… ese momento impuro en que la locura se transforma en carne... y mis palabras abrirán con el tiempo más ojos de los que cerró jamás el silencio.
Suena familiar, ¿verdad?
Pero cuando la realidad nos hace enfrentarla, cuando perdemos, cuando lloramos, cuando caemos, cuando no hay nadie a nuestro lado para ayudarnos a levantarnos… estamos en sus dominios. Solos. Nuestro castillo de nubes se ha deshecho a nuestros pies...
El estandarte de soñador, y se los digo como consejo, no imposición (no va con nosotros, después de todo), debe llevarse dentro de su propia alma. Ser un soñador no es un desafío, es esperanza. Es esperar y desear que este mundo cambie con nosotros, pero solo hay un camino para lograrlo… Cambien el mundo con sus acciones. Construyan con logros, no ilusiones. Entreguen Luz en la oscuridad. Regalen sonrisas para quien las necesite y abrazos a quien los quiera… SÍ, SUEÑEN. Pero no sueñen con un mundo mejor. Sueñen con hacer de ESTE un mundo mejor. Uno donde el querer no sea cuestionado y el amar al prójimo no sea un ideal pasado de moda, sino una realidad, tan inamovible como sus pies en esta tierra.
Vivan sus sueños. Vale la pena vivirlos. Lo saben.
Camael, Blogging… Esteee… ¿saben?… jejeje… ahora... Déjenme soñar un poco más.
No, no esta noche…
Hablemos del despertar. Todos los soñadores tememos ese momento. Y no me refiero, lo saben, al volver a la conciencia, abrir los ojos y recibir un nuevo día (o tarde, según sea el caso), sino al horrendo momento en que soñar no basta y debemos vadear la realidad para seguir avanzando. ¿Por qué nos cuesta tanto? ¿Por qué DUELE tanto?...
Incluso en estos momentos, quiero que lo sepan, me cuesta hablarles de esto… porque duele, porque ni siquiera sé como decir lo que he aprendido. Porque he decidido ignorar para no dejar de respirar. Porque el mundo que soñamos perfecto, no está compuesto de Amor. Su materia prima es eso mismo. Materia. Dura. Fría. Exenta de Ilusión.
Despertar duele tanto porque al final de cuentas los soñadores somos los egoístas más grandes del universo. Ante las pruebas, esperanza; ante la realidad, ilusión; ante la pérdida, lágrimas derramadas solo en nombre de nuestro dolor. Elegimos ignorar a cuanto nos dañe y refugiarnos entre los pliegues de nuestras almas, que sabemos más cálida que cualquier otra. ¿Por qué? Porque nosotros cruzamos el límite de los sueños hace mucho. ¿De qué vale ser un soñador, después de todo, sino cuando llevas ese título, desafiante, como estandarte de guerra al enfrentarse a la realidad?
- ¡Si, soy un Soñador! Creo en el Diablo, Dios y la Muerte, en el Amor infinito, los atardeceres de azafrán y rosas. Creo en el Sol, la Luna, las estrellas con cada uno de sus mensajes… sé de la esencia, del deseo… ese momento impuro en que la locura se transforma en carne... y mis palabras abrirán con el tiempo más ojos de los que cerró jamás el silencio.
Suena familiar, ¿verdad?
Pero cuando la realidad nos hace enfrentarla, cuando perdemos, cuando lloramos, cuando caemos, cuando no hay nadie a nuestro lado para ayudarnos a levantarnos… estamos en sus dominios. Solos. Nuestro castillo de nubes se ha deshecho a nuestros pies...
El estandarte de soñador, y se los digo como consejo, no imposición (no va con nosotros, después de todo), debe llevarse dentro de su propia alma. Ser un soñador no es un desafío, es esperanza. Es esperar y desear que este mundo cambie con nosotros, pero solo hay un camino para lograrlo… Cambien el mundo con sus acciones. Construyan con logros, no ilusiones. Entreguen Luz en la oscuridad. Regalen sonrisas para quien las necesite y abrazos a quien los quiera… SÍ, SUEÑEN. Pero no sueñen con un mundo mejor. Sueñen con hacer de ESTE un mundo mejor. Uno donde el querer no sea cuestionado y el amar al prójimo no sea un ideal pasado de moda, sino una realidad, tan inamovible como sus pies en esta tierra.
Vivan sus sueños. Vale la pena vivirlos. Lo saben.
Camael, Blogging… Esteee… ¿saben?… jejeje… ahora... Déjenme soñar un poco más.
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Ella No Es Mía… como un grito cruzó el valle de los sueños como una onda de choque, remeciendo árboles, doblando el pasto bajo su peso infernal, dejando su huella en el agua de los estanques. Los ángeles detuvieron su vuelo y, en guardia, vigilaron las fronteras, mientras Mi Niño Interno se detenía en seco, dándole la espalda al Raciocinio. Este, con ojos llameantes, disfrutaba su victoria… Diego despertaría, por fin, ¡lo había conseguido!
Lentamente, sonriendo, Ni Niño giró sobre sus talones, y en su cálida voz, dijo suavemente:
- Lo sé, y ellos también lo saben, – Dijo apuntando a los ángeles, que sonrieron y prosiguieron su vuelo – pero eso no nos impide quererla. Nuestra vida sigue su camino, rumbo al futuro. Ella no es nuestra. Pero nos hace felices. Eso basta para seguir adelante.
Y El Niño siguió su camino… cantando.
Camael, REALLY, Blogging Out.
[ADVERTENCIA: Construir castillos de nubes en el aire puede ser nocivo para la salud, sobre todos porque se tiende a aterrizar de cabeza sobre un mundo real particularmente DURO. Búsquense una linda colina y construyan castillos con logros, no ilusiones.]
(Disculpen las molestias, este texto necesitaba un poco de edición, gracias por esperar)
Bellisimo, como una margarita de petalos blancos y corazon puro dorado por el sol.
ResponderEliminarBesos
de lo mejor; mas soñado, duro y crudo que se puede ser.
ResponderEliminargrandisimo nunca lo habian caracterisado, almenos para mi... "Valle de los Sueños, La Meseta de las Preguntas Sin Respuesta,"
la edicion corta solo la idea completa.
muy bueno Diego
si un día soñé en leer estos pensamientos, si un día creí posible que el mar se juntase con eso que llamamos cielo pero que no es mas que nubes en la recta de una esfera, sin un dia... ese día es hoy: que maravillosa mente chico...vivir soñando es vivir buscando la felicidad!
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