domingo, 14 de septiembre de 2008

About You





"Me esperas, caminando en círculos, sin pensar en nada especial. Dejas que el viento tibio de primavera te acaricie el rostro. Te quitas tus lentes de sol para ver bien el atardecer. Un suave escalofrío recorre tu espalda al extrañarme demasiado un instante, y dejas que corra por tu piel para cerrar tus ojos en una sonrisa suave...



Te toco. Una mano tibia recorre tu brazo mientras otra se desliza por tu cintura, atrapándote suavemente, atrayéndote a mí. No abres los ojos mientras el resto de tus sentidos me perciben con un torbellino de sensaciones. El roce de mis manos. El sonido de mi respiración. El calor de mi cuerpo junto al tuyo. El aroma de mi piel.



Te dejas llevar mientras mi rostro se acerca a tu cuello. Lo beso suavemente y rozo tu piel con mis labios semiabiertos, subiendo por tu mejilla. Mis brazos te retienen en esa mezcla deliciosa de fuerza y delicadeza... Escuchas mi voz...



- Ya estoy aquí, Amor..."

viernes, 12 de septiembre de 2008

El Día X

...

El día había comenzado extraño para aquel joven de eterna camisa negra que sorteaba automóviles por las calles de Antofagasta. Para nombrar algunas cosas de la lista, se había dormido a la una de la mañana - demasiado temprano para alguien que vive en horario de Nueva Zelanda -; se había despertado a las 8 AM - hecho bizarro con motivos similares al anterior -; había desayunado por primera vez en meses - idem - y había soñado de nuevo con la misma mujer que rondaba su subconsciente desde hace 13 años - hecho hasta el momento no atribuible a los Neozelandeses.

Su historia con aquella mujer se remontaba a la primavera del '96, cuando de entre la neblina de un sueño de lo más normal - ciudades flotantes suspendidas por rayos de luz, nada extraño allí - apareció una joven que le sonrió entre la multitud de un paseo peatonal, con ojos y cabello color miel. Tan simple aparición sería perfectamente descartable de no haber existido una segunda, vigésima y octogésima sexta vez en que la misma joven fué su compañera de aventuras. En un principio como extra en una de las mentes soñadoras más prolíficas de la historia - título hasta el día de hoy en disputa con Julio Verne -, luego con papeles secundarios, actriz de reparto, hasta ascender a roles protagónicos en el verano del 2004, la misteriosa joven - recordada con cariño con el simple epíteto de X - llegó a ser parte esencial de las megaproducciones de la mente Diegollywoodense. Sus papeles de modelo, soldado de la tercera guerra mundial, esposa de gángster, arquitecta (no es broma), domadora de pingüinos (sí es broma), amiga, confidente y compañera de casa al mejor estilo "Friends" son especialmente recordados.

El hecho más interesante que la catapultó a la fama el 2005 fué su aparición en un "sueño en blanco", un extraño fenómeno que ocurre cada dos o tres meses, que equivale a una prueba de cámara. Luz, cámara, Diego y... Ella. Del silencio surgió un tímido hola... y la conversación fluyó como por arte de magia - después de todo... era un sueño, ¿no? - e instantes después, gracias a la escenografía sobrante de un sueño ambientado en París se fueron a tomar un café al "Café de Noche", un cuadro de Vincent Van Gogh.

Pues entonces... no había nada extraño en soñar con ella, después de todo, excepto que aqulla noche en particular Diego acudió al "Café de Noche", se pidió un Expresso, ordenó un Capuccino para X... pero ella nunca llegó. Era la primera vez en 13 años que Diego soñaba algo tan peculiar como la ausencia de la mujer de sus sueños.

Esos pensamientos merodeaban la mente hiperactiva e hiperespontánea del joven de eterna camisa negra mientras se acercaba, test bajo el brazo, a realizar un fácil trabajo en la capital minera de Chile, en un céntrico banco cuyo nombre no nos es permitido revelar debido a asuntillos pendientes con el copyright.

Luego de las presentaciones de rigor con Don Ricardo Velásquez Barrios - algunos nombres han sido cambiados para proteger la privacidad de los protagonistas - Diego comenzó a evaluar, una persona a la vez, a un grupo de seis personas para su inclusión en un curso de inglés, tan necesario en el mundo empresarial de hoy - Tronwell™, Passion for Languages. Las evaluaciones fueron, como siempre, rápidas, efectivas, concisas y precisas - léase: al hueso -, mientras la tarde se perfilaba relajada y con promesas de ser agradable en aquel día luminoso.

Diego se permitió unos segundos de relajo y dió unos pasos fuera de la oficina donde esperaba a su próxima víctima, y se dedicó unos instantes a recordar a X, mientras evaluaba la calidad arquitectónica de un arquitecto que se encontraba evidentemente muerto debido a la antiguedad de la estructura. Bueno... por lo menos se había dado el lujo de dejar una bella escalera que llevaba al segundo piso, que se le antojó medio de palacio de cuentos. Diego se volvió a observar el contraste con las modernas puertas de cristal cuando, por solo un instante creyó estar aún soñando, pues acababa de escuchar la voz que anunciaba sus despertares desde hace cuatro mil quinientas noches...

- ¡¿Diego Varas?!

Pero no era un sueño...
Camael, Blogging Out...