sábado, 5 de abril de 2008

Julieta de Papel

Ella aún está ahí, para mi infinita sorpresa. El recuerdo bello de una mujer que no existe, que algún día tuve la fortuna infinita de llamar mía.

¿Por qué vivirá en mi corazón, me pregunto?

Lo único que hace ahí es ocupar espacio, mantener mi sangre caliente y mis sueños vivos.

Una musa invisible cuyo único rostro es el que se desdibuja cada amanecer mientras cierro los ojos.

Éter. Luz. Recuerdos de un ayer que fué una fantasía y se ha convertido en cada uno de mis suspiros. Ella.

Nadie.


Camael, Faintly Smiling...

jueves, 3 de abril de 2008

Sueñen Soñadores...


Somos seres luminosos, no solo esta tosca materia” – Yoda, Maestro Jedi.


Sí… este post ha comenzado de manera extraña, y con un poco de suerte terminará de forma más extraña aún, aunque quizás arrojando algo de luz en esos rincones oscuros de la mente que dejamos de ver mientras “maduramos”.

Primeramente, refirámonos a la cita que adorna el comienzo de estas líneas mientras tratamos de no criticar mucho a George Lucas (Aho, Aho!). Esta cita, textual de los libros de Star Wars y de la película “El Regreso del Jedi”, NO es mencionada en NINGUNA recopilación de citas de la doble trilogía – Sixtilogía me suena a invento descarado – pese a ser, a mi parecer, la que más significado tiene. De muchas maneras, Star Wars es la cristalización de los cuentos de hadas, y por ende su purificación, lo que ha permitido que pueda ser entendida y apreciada por las nuevas generaciones, aunque varios de aquellas generaciones estén ya pintando canas. El problema surge cuando aquellos observadores empiezan a ver cuán “espectacular”, “cool” o “bacán” pueda ser una película (sí, creo haber abarcado bien las tres generaciones que la hemos disfrutado), en vez de concentrarnos en el mensaje que entrega. Como buen cuento de hadas, contiene un espectacular y obvio ejemplo de la lucha entre el bien y el mal, princesas, héroes, déspotas y tiranos (tienen connotaciones distintas… ¡Cómprense un diccionario!), y a mi parecer el componente más importante de cuanto cuento de hadas exista: Magia.

De cualquier forma que la llamen, ya sea “energía”, “fuerza”, “midiclorias” - o algún derivado que alguien más fanático que yo podría proponer - la magia, en resumidas cuentas es la que lleva a seres humanos normales, como ustedes o como Yo (¡¿WTF!?) a ser susceptibles a maravillarse. Los que algún día escuchamos un cuento de hadas de nuestras abuelas o madres, no podemos negar el hecho de que simplemente era “un cuento” hasta que ocurría algo que hacía que nuestros ojos y bocas se abrieran en sorpresa y nuestra mente trabajaba sobretiempo para lograr imaginar un concepto extraño y fantástico como un Pájaro Rock , un mago, espíritus de fuego, un cabagato – sí, medio caballo y medio gato -, o una fuente de soda vacía que cobraba vida a la medianoche –¿Mencioné que mi Abuela era escritora?.

Mientras más conoce el ser humano, mayor es su capacidad de cerrarse ante la posibilidad de que exista algo “desconocido”... algo “Más Allá”. El conocimiento, pese a todas sus bondades, tiene la característica de que para ser acumulado en la mente primero requiere que creamos que todo en este mundo puede ser categorizado y analizado, perfectamente entendido y procesado. De ejemplo básico, saco a relucir mi caballito de batalla: Cuando se despiertan de un sueño imposible ¿sacuden la cabeza y dicen: soñé una tontería? ¿O acaso dicen: Es hermoso tener aún un lugar en este universo donde la “realidad” no se aplica?

Pues, hermanos y hermanas de camino, ese punto en que ustedes despertaron es el último reducto y refugio que tiene la magia para vivir y recrearse. Ese momento en el que una duda vivió en sus mentes. El instante fugaz y hermoso donde se preguntaron si estaban dormidos aún.

Como siempre, yo y mi bosque de ramas (¡al punto, al punto!). Trataré de desglosar mi retahíla (¡Cómprense un Diccionario!) de fin a principio.

Es en sus sueños donde aún vive la magia, la realidad de lo imposible. Una vez que ustedes pueden abrazar el concepto de que el conocimiento “estándar” no contiene todas las respuestas, es el momento en el que ustedes pueden volver a ser niños y preguntarse ¿y qué tal si…? Una vez parados allí – con frecuencia un paraje demasiado extraño como para recorrer calmadamente – deberían ver un poquito más allá, y aunque sea tan solo para no sentirse demasiado tontos (la máxima tontería es descartar lo desconocido como una tontería), buscar unos instantes en lo que los rodea esa chispa de maravilla y admiración que sintieron hace Años o Eras – para los más afortunados, léase Eones -, y cuando se vean descubriendo mensajes inquietantes que atentan contra su “sanidad”…

… Deténganse un momento en esa frase de Yoda, en una película, nacida de la imaginación, creada - como un cuento de hadas - para maravillar. Y pregúntense de nuevo el significado que encierra.

“Somos seres luminosos, no solo esta tosca materia”

Carne, huesos, sangre, células, nutrientes, agua… ¿Magia? ¿Espíritu?

A modo de término de este post, los dejo con una frase del ser humano más brillante que reconoce nuestra limitada y cegada actualidad…

La cosa más hermosa que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de toda ciencia y arte verdaderos. Para aquel que esta emoción es extraña, para quien ya no puede detenerse a asombrarse y embelesarse en las maravillas está igual que muerto: sus ojos están cerrados” – Albert Einstein.

Lo dijo la persona más inteligente del mundo, ¿no?

Entonces… ¿y qué tal si…?


Camael, Blogging Out.

But First: